11 marzo 2007

Carta de D. Ramón del Hoyo a las Cofradías y Hermandades


Sabemos muy bien, desde niños, que lo que sucedió en Jerusalén hace más de dos mil años, aquellos acontecimientos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, marcaron y cambiaron la historia de la humanidad.

Todos los años actualizamos, por medio de la Liturgia, aquellos portentos del amor divino a la humanidad. Son misterios tan altos y sublimes que los cristianos dedicamos una semana entera, que llamamos “santa”, para hacerlos presentes en nosotros, y nos preparamos para ello durante cuarenta días, el tiempo de Cuaresma.

La piedad del pueblo creyente en toda la geografía de Jaén, lo vive con extraordinario fervor. Multiplica sus muestras de religiosidad en formas muy variadas, sobre todo en sus procesiones, pero también con la práctica del Vía Crucis, celebraciones penitenciales en los templos, pregones, conferencias cuaresmales, obras especiales de caridad, cantos penitenciales. Así lo he podido comprobar personalmente.

Las Hermandades y Cofradías de Semana Santa, tan numerosas y entusiastas en toda la Diócesis, sois las que recogéis, sobre todo, este torrente de piedad y religiosidad. Destacáis bien y procuráis vivir el origen y fundamento de lo que aconteció en la primera Semana Santa de la historia: el amor sin medida de Dios al hombre, que Cristo Hijo de Dios, pasó libremente por el dolor, sufrimiento y muerte por nosotros, como primicia, para llegar a la resurrección.

Vuestros “pasos” quieren recordar hasta los mínimos detalles esta historia Santa, y de nuevo recorrer el mismo camino de entrega y dolor, por las calles de aquel Jerusalén, hasta llegar al esplendor de luz de aquella mañana de pascua en el huerto de José de Arimatea.

Queridos Cofrades: Os invito, con todo cariño e interés, a vivir en vosotros lo que manifestáis ante los demás. La Semana Santa, he oído decir a alguien, “se vive dentro”. Es cierto. En nuestro interior es donde se vive el agradecimiento a Jesucristo, el sentido del dolor, el compromiso de lo que hemos de sacar adelante para los demás, porque Dios así lo espera y lo ha puesto en nuestras manos.

Contemplad el rostro doliente y sereno de Cristo. Vestiros con el hábito de vuestra Cofradía y posesionad con sentido penitencial. Es algo muy serio e importante, porque lleváis a la calle el drama de la salvación del Hijo de Dios por la humanidad, y también vosotros, en esos desfiles, vais unidos y empapados de ese drama de amor. Todos agradecemos el sacrificio y esfuerzo de vuestro testimonio.

Procurad armonizar también horarios y compromisos, para poder participar en las acciones litúrgicas de esos días. Os invito a participar sobre todo en la Vigilia Pascual del Sábado Santo, para uniros al triunfo de Jesús Resucitado y renovar vuestros compromisos de bautizados.

Animo también a los jóvenes a vivir ya, con la hondura de sus padres y abuelos, la Semana Santa. Sacad con la fuerza del corazón esos “pasos”, tan pesados muchas veces y levantadlos con amor. Sembrad nuestras calles de cantos y oraciones en silencio, de solidaridad y de esperanza. Bien sabéis que esta Iglesia de Jaén confía en vosotros. Contad con vuestros párrocos y consiliarios, pendientes y dispuestos para lo que necesitéis. Contad también conmigo, pues me siento cofrade y hermano de todos.

Con mi saludo fraterno en el Señor,

+ Ramón del Hoyo López. Obispo de Jaén